Descripción
Trigo y cizaña
Los humanos tendríamos que reconocer que nuestra lógica no es la lógica de Dios. Nosotros tenemos nuestras estructuras y nuestras debilidades, mientras Dios es el Señor, el Soberano Señor por Quien y para Quien existimos. Saberlo, reconocerlo, y aceptarlo sólo es posible en la medida que, humildemente, nos dejamos conducir en la existencia por Quien nos ama y nos ha dado la vida por Amor.
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