Descripción
Frente a la experiencia del mal, que percibimos en distintas situaciones de la vida, Dios no abandona a la “hechura de sus manos” (Ef 2, 10). En este libro quiero testimoniar con mucha alegría el poder de Dios que se ha manifestado a lo largo de estos años de ministerio en la lucha contra el demonio. Espero que la experiencia que puedo compartir desde mi humilde lugar como sacerdote, sea esperanza para quienes estén desahuciados al enfrentarse con este tipo de crisis espirituales: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Rom 8, 31-32).
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