Descripción
Un primer libro escrito por Dios es la vida misma: en ella se nos revela y manifiesta su amor por nosotros desde la creación, en la naturaleza, en los acontecimientos de la vida, en la voz de nuestra conciencia, en ese “sentirnos bien” que nos invade cuando hacemos las cosas bien, sobre todo cuando hacemos algo bueno por otra persona…
Sin embargo, a veces perdemos la capacidad de “leer” la Palabra de Dios en la vida. Y entonces la Biblia llega a nosotros como una linterna que nos ayuda a ver los signos de su amor que de otro modo no seríamos capaces de comprender.
Pero la Biblia no ha bajado del cielo ya lista y terminada, ni ha sido dictada textualmente por Dios a los que la escribieron: es fruto de la fe de un pueblo que iba descubriendo a Dios poco a poco, a lo largo de los acontecimientos de su historia.
De hecho, para el pueblo hebreo y para nosotros, Dios se manifiesta a través de la historia. También se trata de una revelación progresiva: un Dios que poco a poco va develando su rostro en la medida en que somos capaces de comprender lo que nos quiere decir.
“En busca del hilo dorado” nos ayudará a encontrar la unión que existe en el conjunto de los libros bíblicos: el amor de Dios a su pueblo, que son en primer lugar los pobres y los oprimidos. Se trata también de descubrir un modo de leer la Biblia más fiel y por lo mismo más comprometido y menos “espiritualista”. Porque estamos convencidos de que sus textos sí tienen la capacidad de interpelarnos y orientarnos, también hoy, en todo lo que se refiere incluso a los aspectos políticos, económicos y sociales de la vida.
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